Hace hoy tres años que un juez injusto y un jurado de hombres sin piedad condenaron a la misera a 301 familias de trabajadores de la UPM. Su delito: distraer con sus salarios unas migajas de los privilegios y regalías de que gozan algunos de sus compañeros, trabajadores como ellos en la misma institución.
Quede aquí mi recuerdo para los castigados sin razón ni justicia y mi homenaje a los que durante estos tres años han luchado sin descanso por defender sus derechos. ¡Levantaos una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones!
Juan E. Page
Privilegios y regalías que sindicatos incluidos este no denuncian. ¡Hay lo que se cambia por un puñado de votos!.
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